LAVANDERA (texto para ser leído con el tono enfático
de un caudillo solemne mientras suena de fondo el himno nacional
de cualquier parte.)
Lavandera de silueta recortada al sol del nuevo amanecer de las
naciones, yergue todos tus pliegues y saluda con la mirada puesta
en el futuro. Lavandera de sueños. Lavandera de todos los
pecados y todas las pasiones. Lavandera de trapos de colores que
al viento se sacuden. Lavandera gallega, Lavandera de Euskadi,
Lavandera de Ceuta, catalana, de Zimbabwe o Japón. Lavandera
con tanga en Tanganica. Lavandera de almíbar en Zanzíbar.
Lavandera descalza entre las piedras que socorren su sed cerca
de Lima. Espera y desespera Lavandera de todos los desiertos.
Lavandera de Naciones Unidas, con tus manos has lavado más
blanca la conciencia del mundo –de la parte del mundo que
acostumbra a no dejar trapos sucios- y los civilizados te agradecen
tantas horas de rodillas peladas. Lavandera de Uruguay, de Namibia,
del Tíbet, de Jamaica, de Andorra. Lavandera orgullosa
de tu pueblo que te dejas las uñas un tu oficio. Lavandera
de Cuba, de Rodhesia, de Quebec, de Albacete. Lavandera que tiendes
tu colada sobre las azoteas de la Tierra, que luchas por no quedar
extinta frente al avance de la tecnología. Lavandera valiente
que conoces cuáles son nuestras manchas. Lavandera admirable
que mereces los más altos honores, a tus pies nos postramos
con el alma por lavar todavía.
¡Unios, Lavanderas del mundo! ¡Vosotras sois
la higiene del mañana!
Aquí vítores y aplausos, euforia general de
generales y algún llanto catártico previamente ensayado.
También, si el presupuesto lo permite, un gran desfile
militar para el cual sugerimos a continuación diversas
coreografías:
Ejercito de Tierra – Gene Kelly. Fuerzas Aéreas – Algo estilo Grease o West
Side Story. Marina- Evidentemente, Hair.