¿Qué están
regalando aquí?
Recientemente ha surgido, de forma aparentemente espontánea,
un fenónemo de masas llamado FlashMobs.
Se trata de organizar una movilización de un gran
número de personas, que realizan una acción en un
espacio público durante 10 minutos, y luego se disuelven.
Estas personas se coordinan por medio del correo electrónico,
de manera que una persona reenvía el mensaje a 10 más,
y así sucesivamente. Las manifestaciones se registran en
video o se hacen fotos, y luego se publica la crónica del
evento en diferentes sitios web.
Manifestación absurda, fenómeno
social o performance, las FlashMobs han surgido en Nueva York
y se están exportando rápidamente a todo el mundo:
en Nueva York, cientos de personas
se reunen en el recibidor del Hotel Hyatt y se dedican a aplaudir
durante 15 segundos, luego se van; en Roma, un gran número
de personas se presentan en la sección de libros de unos
grandes almacenes y piden libros que no existen.
Las FlashMobs van ganando popularidad, hasta el punto en que algunas
han debido verse canceladas debido a una apabullante presencia
policial y de los medios de comunicación, tal como ha sucedido
en Toronto.
En otros casos, la coincidencia de FlashMobs en diferentes centros
comerciales de una misma mulitnacional hace sospechar de una posible
usurpación de este fenómeno por parte de las empresas
para atraer compradores a sus locales.
También ha surgido ya un proyecto
Antimob, en el que se propone a la gente de todo
el mundo que durante 10 minutos deje vacío un espacio público
conocido. Y hay quien bromea con una FlashMob fictícia
en Irak.
En cualquier caso, se trata de un fenómeno
muy propio de nuestra sociedad, que surge de forma espontánea,
haciendo uso del potencial de comunicación que tiene el
correo electrónico (tantas veces malgastado con el abuso
de spam y virus), y del potencial de movilización que hay
en los habitantes de las ciudades, como quedó demostrado
en las multitudinarias manifestaciones en contra de la invasión
de Irak. Una vez pasado el calor de la intervención bélica,
parece como si hubiese quedado un deseo de seguir experimentando
este impulso de movilización ciudadana que surge de la
propia gente y no de los dictados de partidos políticos
u otras organizaciones. Es la manifestación por el placer
mismo de manifestarse. Por otra parte, asociado a la FlashMob
en sí está el sentimiento de pertenecer a un grupo,
hecho que se ha potenciado con Internet (a través de newsgroups,
webrings, blogs, foros, etc.) y que supone un aliciente más
de este fenómeno. El deseo de compartir con otras personas
y expresarse públicamente están en la base de la
motivación de estas manifestaciones, que notablemente han
tenido su origen y se desarrollan en grandes ciudades.
Después de Nueva York y San Francisco,
varias ciudades americanas se han sumado a esta nueva moda. Roma
ha sido la sede de la primera
FlashMob europea, y le ha seguido Edinburgo, que
prepara una movilización para el 28 de agosto. En Tokio
y Osaka, un gran número de personas se reunió para
crear una FlashMob inspirada en el film "Matrix Reloaded",
en la que todos los participantes pasearon por la calle con un
traje negro y gafas de sol, imitando al personaje del agente Smith.
El fenómeno se sigue extendiendo y seguramente veremos
muy pronto la primera FlashMob en una ciudad española.
Enlaces:
cheesebikini?:
weblog centrado en las FlashMobs
FlashMob
al Fantasma Formaginno: sitio italiano que cubre
las últimas noticias sobre FlashMobs y ofrece un poco de
historia.
FlashMob.com:
weblog sobre el tema y sitio dedicado a crear una aplicación
informática que permita organizar estas manifestaciones.
Flashcrowds.com:
weblog dedicado al seguimiento de flashmobs.
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